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Número 24 – Artículo 4

Pasión y experiencias afectivo-sexuales en jóvenes portugueses

 

Margarida Sim-Sim[A]

Universidade de Évora, Portugal

Ramón Fernández Pulido[B]

Universidad de Salamanca, España

Resumen

El objetivo del estudio fue describir las conductas afectivo-sexuales y sus relaciones con la pasión amorosa. Muestra de portugueses (41.8% varones y 58.2% mujeres) con edades entre 12-22 años. Se aplicó la Escala de Pasión (Feybesse, Neto & Hatfield, 2011) que ha mostrado una buena fiabilidad. Los resultados plantean que el 38% tiene pareja, el 73.1% que experimentó el petting, y que el 32.6% practicó el coito y, en promedio, tuvo dos parejas. Los participantes viven la pasión con intensidad, sin distinción de sexo y edad. Aquellos con pareja estable, y los que tienen conductas de petting o coito, se revelan como más apasionados. En las mujeres, la asociación entre la pasión y una mayor experiencia sexual es significativa. Las chicas más apasionadas, con pareja actual y con experiencias coitales, tienden a no usar preservativo. Los resultados  plantean la importancia de la pasión en la educación sexual de los jóvenes.

Palabras clave: pasión amorosa, sexualidad, adolescencia, romance.

 

Resumo

O estudo descreve os comportamentos afetivo-sexuais e as suas relações com a paixão, numa amostra de portugueses (41.8% rapazes e 58.2% moças) com idades entre 12-22 anos. Aplicou-se a Escala de Paixão (Feybesse, Neto & Hatfield, 2011) que apresentou boa fidelidade. Os resultados mostram que 38% têm namorado 73.1% experimentaram petting, 32.6% assumiram e em média tiveram dois parceiros sexuais. Os sujeitos vivem a paixão com intensidade, sem diferenças quanto ao sexo e idade. São mais apaixonados aqueles que têm parceiro sexual estável e os que têm práticas de petting e coito. Nas moças, a associação entre a paixão e a maior experiencia sexual é significativa. As moças mais apaixonadas, com namorado atual e com relações coitais, tendem a não usar preservativo. Os resultados sugerem a importância da paixão na educação sexual dos jovens.

Palavras-chave: paixão, sexualidade, adolescência, romance.

Abstract

The goal in this study was to describe affective-sexual behaviors and their relationship with passion, on a sample of Portuguese people (41.8% boys and 58.2% women) aged between 12-22. A Scale of Passion (Feybesse, Neto & Hatfield, 2011) was the instrument applied, showing good reliability. About 38% of the subjects have a boyfriend/girlfriend. Petting was experienced by 73.2%, 32.6% have experienced coitus, and have had in average two sexual partners. The subjects inquired live passion with intensity, but without influence of sex and age. Those currently dating stable relationships and those with petting or coitus practices show a greater level of passion. The association between passion and greater sexual experience is significant amongst girls. Girls that currently date, have sexual intercourse and are more in love, show a tendency not to wear preservatives. The outcome suggests the need of a bigger investment in sexual education.

Keywords: passion, sexuality, adolescence, romance.

 

 

Introducción

La pasión amorosa se manifiesta en las vivencias humanas, se siente como algo estimable, mágico, se revela en la excitación psicofisiológica (Sternberg, 2001). El enfoque biológico de la pasión amorosa se explica a partir del sistema límbico y su comunicación a través de las sinapsis neuronales con el córtex, puesto que es aquí donde se realiza la combinación entre emociones y pensamientos, permitiendo a la persona la capacidad de designarse como enamorada (Lewis, Amini & Lannon, 2002; Fisher, 1994). Mezclado con la biología, el enfoque psicológico presenta la pasión como motivación primaria. Lleva a pensamiento intrusivo, es involuntaria y difícil de controlar. Genera un efecto de interés y excitación, que producen tentativas de acceso y atracción exclusiva al objeto amoroso (Fisher, 2006). Diferentes modelos teóricos plantean la pasión referida como amor romántico, amor obsesivo, eros, infatuación (Hatfield, Pillemer, O’Brien & Le, 2008; Sternberg, 2001; Lee, 1973; Hendrick & Hendrick, 1986; Hatfield & Sprecher, 1986; Rubin, 1970). En el estudio actual, nos interesamos por la pasión entendiéndola como “un estado de deseo intenso de unión al otro…. un estado de profunda activación fisiológica” (Hatfield & Walster, 1978, citado en Hatfield, Schmitz, Cornelius & Rapson, 1988: 36).

Para la gente joven, personas con edades entre los 10 y los 24 años (WHO/OMS, 2003) la pasión puede ser arrebatadora. En su cerebro, la regulación entre el desarrollo de las regiones pre-frontales y la toma de decisiones no alcanza todavía la madurez, lo que provoca un menor control en los impulsos (Hatfield & Sprecher, 1986; Hendrick & Hendrick, 1992; Fisher, 2006).

La pasión amorosa es un marco en la vida del joven, ya que puede descubrir fuera de su familia emociones profundas, vivir sus respuestas corporales, construir su identidad romántica, esto es, desarrollarse (Furman & Shaffer, 2003; Simon, Bouchey & Furman, 2000).

 En una perspectiva de la pasión encuadrada en el desarrollo biopsicosocial del joven, las experiencias afectivo-sexuales se reconocen como normales y deseables (Bauman & Berman, 2005; Bearman, Moody & Stovel, 2004). Por otro lado, se imprime a la pasión una noción de riesgo, dadas las potenciales conductas afectivo-sexuales. Es en este desequilibrio donde se presenta la grande preocupación de los educadores y se coloca la educación sexual formal como una necesidad (Silva et al., 2012; Lei n.º 60, Educação sexual em meio escolar, 2009).

En Portugal la educación sexual tiene una historia de casi treinta años, siempre pospuesta, hasta que tuvo que impartirse por imperativo legal (Lei n.º 60, Educação sexual em meio escolar, 2009; WHO, 2011). Así, en vista de la ausencia de investigación sobre la pasión, se espera que se ofrezca un mayor conocimiento sobre el tema y una contribución para proyectos de educación sexual basados en el desarrollo de los jóvenes.

Se presenta este estudio con jóvenes de la región del Alentejo, con el objetivo general de describir la pasión amorosa. Además se desarrollan otros objetivos que observan las relaciones entre la pasión y: 1) la edad y el sexo, 2) la existencia de noviazgo y sus características en duración y estabilidad, 3) las experiencias de petting y coito y el acumulativo de experiencias sexuales, y 4) el uso de preservativo con su pareja actual.

Método

Muestra

El estudio presenta un carácter descriptivo y transversal. La muestra es incidental por el carácter voluntario de participación. La integran 407 jóvenes, 170 varones (41.8%) y 237 mujeres (58.2%) con edades entre los 12 y los 22 años (M=15.7 años; DT=1.54). La media de edad de los varones (M=15.77; DT=1.56) es similar a la de las mujeres (M=15.68; DT=1.53), sin que se aprecien diferencias significativas (t(399)=0.560, p=0.576).

 

Cuestionario

El cuestionario recoge datos socio-demográficos. En la segunda parte se piden datos sobre comportamientos de la vida afectivo-sexual de los participantes: a) Caracterización del Noviazgo, b) Prácticas Sexuales, c) Número de Parejas, d) Regularidad del Uso de Preservativo. Hemos establecido una nueva variable compuesta, denominada Índice de Experiencias Sexuales (IES), que resulta del acumulativo ponderado de la cantidad de experiencias coitales (peso 3), de petting (peso 2) y duración del noviazgo (peso 1). Al resultado se le resta la constante 6, para que la puntuación de los participantes sin ninguna de estas experiencias sea cero.

Se termina con la Escala de Amor Apasionado [EAA] que es la versión portuguesa de Hatfield y Sprecher (1986), validada por Feybesse, Neto y Hatfield, (2011). Es una escala unidimensional de 30 ítems que mide el grado en el que el individuo percibe su relación pasional con otra persona. Tiene formato de respuesta desde “totalmente falso” (puntuación 1) a “totalmente verdadero” (puntuación 9). Los enunciados son del tipo “desde que empecé una relación con X mis emociones son un lío”. La puntuación total es la suma y varía entre 30 y 270 puntos. Un resultado más elevado representa mayor pasión.

La validez del constructo fue establecida a través del análisis factorial de componentes principales [AFCP], con rotación varimax, ya que la validación de referencia había aplicado este método (Feybesse, Neto & Hatfield, 2011). El índice Kaiser-Meyer-Olkin (KMO=0.960) y el test de esfericidad de Bartlett (significativo a p<0.001), indican la factorabilidad de los datos. El AFCP presenta una solución factorial con un fuerte componente. Todos los ítems saturan con cargas factoriales mayores a 0.45. El componente explicó 48.11% de la variación en el primer factor y 5.30% o menos en los siguientes tres. El análisis de consistencia interna presenta valores de α de Cronbach de 0.96 (N = 353), lo que indica fiabilidad (Dancey & Reidy, 2004).

 

Procedimiento

En tres escuelas en la ciudad de Évora, Portugal, después de los correspondientes permisos de los Consejos Directivos, se aplicó el cuestionario. En un test a un grupo de diez adolescentes, se verificó que no había necesidad de cambiar los ítems. Por correo electrónico se obtuvo el permiso de los autores para aplicar la EAA.

 

Resultados

Admiten tener noviazgo 151 (37.8%) participantes sin diferencias significativas en cuanto al sexo (χ2(1, N=151) = 1.460, p = 0.236). Un 71.8% de estos 151 considera que el noviazgo es estable, hecho sin diferencias en cuanto al sexo (U(149)= 2439, Z = -0.824, p = 0.410). La duración de esta relación se encuentra en la tabla 1.

 

Tabla 1. Duración de los noviazgos

Duración

%

Menos de 1 mes 6.3
De 1 a 3 meses 16
Más de 3 meses a 6 meses 13.9
Más de 6 meses a 1 año 23.6
Más de 1 año 40.3

 

En las experiencias de petting están representados 73.1% de los participantes, con diferencias significativas a favor de los varones (U(405)= 15931.5, Z = -3.736, p < 0,01). Prácticamente un tercio de los participantes admite prácticas coitales, con mayor representación de los varones (U(406)= 14368.5, Z = -5.904, p < 0.01). En estos participantes, que se dicen con experiencias coitales (N = 132), la mayor parte declara haber usado “siempre” preservativo (55.4%), pero resulta que el 44.6% restante lo usa de forma inconsistente. También en este aspecto los chicos son más inconsistentes que las chicas (U(130)= 1553.5, Z = -2.236, p = 0.025). De los 107 participantes que contestaron a la cuestión de los métodos contraceptivos empleados, el 80.4% indica como método más usado el preservativo.

La cifra de parejas sexuales hasta la actualidad varía entre 1 y 10 (M = 2.05; DT = 1.72), pero en los chicos es significativamente mayor (t(83.921)= 4.565, p < 0.01), con una media de 2.55 parejas (DT=2.05) y mientras que las chicas tienen 1.35 (DT =0,60). La mayoría de los encuestados niega sexo casual (64.1%). Entre los que tienen parejas casuales encontramos diferencias significativas en función del sexo (χ2(1, N=131)= 26.136, p < 0.01), mayoritariamente los varones.

Por lo que respecta al IES, se observa que los chicos son más experimentados que las chicas (t(297.643)= 4,505, p< 0,01, Mv=5.3, DTv=3.53, Mm=3.78, DTm=3.14). El IES se incrementa gradualmente y de forma significativa con los grupos de edad (F(2.339)=40.78, p< 0.01), visible en la Gráfica 1.

 

Gráfica 1. Media de Índice de Experiencias Sexuales en los grupos de edad

24.4_Grafica 1

Para responder al primer y segundo objetivos, se realizó el análisis de la EAA y se contrastó en función del sexo y la edad de los participantes. La puntuación media de la EAA fue de 191.58 (DT =49.38) lo que significa que los participantes viven la pasión con intensidad (es decir, de 172 hasta 210 puntos). En un ANOVA factorial a dos factores, para establecer si las puntuaciones de la EAA se ven influidas por el sexo y la edad (grupos 12-14, 15-16 y 17-22 años), se observó ausencia de interacción de los factores (F(1.348)=0.741, p=0.477) así como la no incidencia de cada uno de ellos por separado; ni el sexo (F(1.348)=0.516, p=0.473) ni el grupo de edad (F(1.348)=0.466, p=0.628) condicionan la pasión.

En cuanto al tercer objetivo, se analizaron las relaciones entre la EAA y la existencia de noviazgo actual, su duración y su estabilidad. Los resultados (t(344) =3.433, p=0.001) revelaron que los participantes con noviazgo actual se muestran más apasionados que los que no tienen este tipo de relación en el momento presente (M=203.58, DT=44.78 frente a M=184.84, DT=51.17, respectivamente). Así mismo, los participantes con noviazgos más duraderos se revelan más apasionados (F(4.297)=4.312, p=0.002). En las comparaciones múltiples se registran diferencias significativas entre las categorías “menos de un mes” y “más de un año” (p =0.001) (Ver Gráfica 2).

 

Gráfica 2. Media EAA con respecto a la duración del noviazgo

 24.4_Grafica 2

En relación con la incidencia de la estabilidad del noviazgo sobre la variable pasión, observamos que hay diferencias significativas (F(2.122)=3.813, p=0.025), correspondiendo una mayor pasión a aquellos participantes que manifiestan una mayor estabilidad (Ver Gráfica 3).

Gráfica 3. Medias de pasión y estabilidad del noviazgo actual

24.4_Grafica 3

En relación al cuarto objetivo referido al análisis de la posible relación entre el grado de pasión y las prácticas de petting, de coito e IES, los resultados, después de dicotomizar las variables de petting y de coito, de transformar la modalidad “nunca” en “no practicante” y agrupando las modalidades “algunas veces” y “muchas veces” en la categoría “practicante”, fueron los siguientes: por una parte, se observó que la media de pasión de los practicantes de petting es significativamente más elevada  que la de los no practicantes. Algo semejante se observa con la variable de experiencias coitales; constatamos la existencia de diferencias significativas entre los dos grupos; en los 239 participantes no sexualmente activos la media de pasión es más baja que en los 113 sexualmente activos (Ver Tabla 2).

 

Tabla 2. Medias de pasión y experiencias de petting y coito

No Practicantes

Practicantes

Media DT Media DT t p
Petting 178.58 55.79 197.05 45.70 -2.929 0.004
Coito 186.87 50.90 201.68 46.10 -2.624 0.009

 

Con la finalidad de comprobar si los mayores niveles de pasión corresponderán a aquellos participantes que tengan un mayor IES, se realizó una correlación de Pearson, y se obtuvo un valor muy bajo (r =0.163, N=299, p=0.005). Sin embargo, este resultado supone una importante matización, ya que en el grupo de varones la correlación no es significativa (p=0.702) pero en la muestra de chicas se constata una correlación moderada (r=0.330, N=168, p< 0.01).

Por último, teniendo en cuenta sólo a los participantes con experiencias coitales y noviazgo actual, se realizó un ANOVA de dos factores (sexo y uso de preservativo). En los resultados no existe un efecto de interacción de los dos factores sobre la pasión (p=.466), y no se observan diferencias significativas cuando se considera la regularidad del uso de preservativo (p=0.560). Pero en este subgrupo de participantes sexualmente activos, el sexo tiene un efecto significativo, ya que las chicas son más apasionadas que los chicos (F(1.68)=6.799, p=0.011). Además, existe la tendencia, aunque sin diferencias significativas, de no utilizar este método anticonceptivo por parte de las chicas más apasionadas (Ver Gráfica 4).

Gráfica 4. Medias de pasión de acuerdo con el sexo y uso de preservativo

 24.4_Grafica 4

Discusión

Los resultados revelados en este estudio referidos a la pasión, están en consonancia con las consideraciones de Hatfield y Sprecher (1986), confirman lo señalado por Hatfield et al. (1988) y encuadran el desarrollo afectivo-sexual (Gilbert, 2007). Circunstancialmente los niveles elevados obtenidos en la pasión, son el resultado de aspectos bio-comportamentales inherentes a su estadio de desarrollo con respecto a esta motivación. Esto puede explicarse por la vulnerabilidad constitucional, ya que los procesos de maduración del córtex prefrontal, la toma de decisión y el mayor control de impulsos no comienzan hasta aproximadamente mediada la adolescencia (Fisher, 2006)

En este estudio no podemos establecer, en contra de la mayoría de los autores, una relación significativa de la edad y el sexo sobre la pasión, aunque en este sentido, nuestros resultados concuerdan con los de Montgomory y Sorell (1998). La mayor pasión en los participantes con noviazgo actual se puede entender por la turbulencia de motivaciones, en presencia de una figura real a quien se dirige este afecto. Así es defendido por Fisher (2006) que reconoce en los jóvenes un patrimonio humano que confiere la susceptibilidad a involucramiento emocional a partir de que se establezca la atracción y la inherente proximidad física. Con respecto a la intensidad de la pasión relacionada con la duración del noviazgo, nuestros resultados son acordes con los de Bearman et al. (2004), lo que sugiere que con el paso del tiempo se desarrollan motivaciones que sostienen la pasión y permiten continuar la relación de pareja. Es curioso observar que existe alguna estabilidad de la intensidad de la pasión entre 1-3 meses y 6-12 meses, y crece a partir de aquí. En realidad los estudios empíricos reconocen más características afiliativas al inicio de los romances donde se produce la adquisición de competencias básicas de interacción con el sexo opuesto, la exploración de sensaciones sexuales y la orientación posterior hacia la figura de vinculación (Furman & Whener, 1994; Bouchey & Furman, 2003).

La asociación entre la menor intensidad de la pasión y la inestabilidad de los noviazgos, denotan las características de la relación amorosa. El adolescente es susceptible a malentendidos, vulnerable a la idealización de la relación (amigos, ambiente), propenso a alteraciones de humor; factores que influyen en el decurso del romance (Larson, Clore y Wood, 1999). Con una capacidad crítica baja y una experiencia reducida para vivir motivaciones avasalladoras, es consecuente la interpretación de la pasión como tumultuosa. Por otro lado, la mayor estabilidad del noviazgo de los participantes más apasionados, puede revelar que esa estabilidad se debe al descubrimiento y a la prevalencia de conductas y vivencias erótico-pasionales que les agradan y desean mantener (Fisher, 2006).

Cuando analizamos la pasión en función de las prácticas de petting y coito, los resultados ratifican las ideas de Regan (2000) que revelan la asociación, por ejemplo, del beso francés y de las caricias, con las conductas de intimidad propias entre los enamorados. De esta forma, creemos que en estos participantes las conductas de petting y coito son vistas como juegos sexuales, como aprendizajes de intimidad, a través de los cuales explican y conforman sus motivaciones apasionadas. Acentuando este cuadro, la mayor experiencia en el conjunto acumulado de petting, coito y duración del noviazgo (IES) indica una vía de cultivo y retroalimentación de la pasión (Regan, 2000). La intimidad sexual típica de la pasión está presente en aquellos participantes que practican en mayor grado la exploración corporal de la pareja, lo que sugiere la dimensión erótica de la pasión. Así, coincidimos con Fisher (2006), que reconoce en los jóvenes enamorados una vertiente biológica que busca actividad íntima con su pareja por una necesidad desaforada de interacciones sexuales.

Los más apasionados, y así con mayor posibilidad de encuentros de intimidad y urgencia de cópula (Fisher, 2006), tienden a no protegerse. Además de la pasión y las pruebas de amor, el desconocimiento, la dificultad de acceso, las creencias sobre la posible disminución del placer sexual, quedan explicados en Silva et al., (2012) y Pedersen, Samuelsen y Wichstrom (2003). Los resultados están en línea con los argumentos propuestos por Martínez (1995) cuando sostiene que incluso una vez empezada la relación sexual y en contra de lo esperado y lo deseable, los adolescentes, en una proporción muy alta, no contemplan la posibilidad de realizar prácticas regulares de sexo seguro.

Es de subrayar los resultados en las chicas, ya que las más apasionadas tienen conductas sin protección. Desde una perspectiva biológica, los resultados avalan a Fisher (2006) cuando considera las propiedades del semen, que al contener dopamina y tirosina, conllevan a mayor vulnerabilidad a la pasión. En sus palabras “women who engaged in sex without a condom may be even more susceptible to romantic passion” (p. 11). Desde el punto de vista conductual, podemos comentar que la pasión en las chicas, en contextos de noviazgo monogámico, puede ser interpretada por ellas como un factor de protección. Al mismo tiempo los resultados sugieren que la pasión puede ser entendida por estas chicas como compromiso romántico o una mímica del matrimonio (Bauman y Berman, 2005).

Recapitulando, se ha buscado enfocar la pasión mediante en un instrumento de recopilación de datos, que se reveló adecuado para la muestra. Se observó que la pasión es intensa, en particular en los participantes con noviazgo actual. El modo de vivir la pasión se acerca a los modelos de Fisher (2006) y Furman y Whener (1994). Los resultados esbozan riesgos por las prácticas de sexo inseguro.

Aunque si se quisiera cambiar el contexto epidemiológico local de sexo inseguro, que plantea por ejemplo una tasa de fecundidad de 16.6% en el grupo de 15 a 19 años (Base de Dados Portugal Contemporâneo [PORDATA], 2013), un total desconocimiento de las infecciones transmitidas sexualmente y, al mismo tiempo respetar el normal desarrollo afectivo-sexual de los jóvenes, habría que reconocer que la educación sexual legalmente instituida (Lei n.º 60, Educação sexual em meio escolar, 2009), no ofrece hasta ahora grandes avances.

Basándonos en la idea de que la pasión forma parte del desarrollo (Hatfield & Sprecher, 1986), es apropiado invertir en maneras diferentes de educar sexualmente a los jóvenes. Reconocer la pasión como un estado natural del desarrollo, hablar de ella en la educación sexual, discutirla, analizarla, puede de alguna manera facilitar que el joven se apropie y anticipe a sus sentimientos y los efectos de su impulsividad. Como Gilbert (2007) dice, las luchas de los jóvenes son luchas del ser humano, y es tarea de los adultos reconocer la humanidad del joven.

Por último, la principales limitación de este estudio es la validez externa de los resultados obtenidos, fruto de la selección muestral no aleatoria y reducida. Sin embargo, este trabajo es pionero en la región del Alentejo, sobre una temática que suscita no pocas reticencias en este entorno, por lo que se erige en una punta de lanza para estudios ulteriores.

 

 

 

Referencias

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* [A] msimsim@uevora.pt

* [B] rfpulido@usal.es