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Significado de democracia en estudiantes universitarios: Un estudio desde la teoría de las representaciones sociales

 

Fernando González-Aguilar[1]

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM

 

[…] la representación social entra en este grupo

de teorías sociales que están orientadas hacia

comprender el significado que la gente pone

 a su existencia cotidiana para dar sentido

a su misma vida.

Denise Jodelet (2002)

 

 

Resumen

Se investigan y comparan las representaciones sociales de la democracia en estudiantes de licenciatura de tres universidades Interculturales y de la Ciudad de León, en el Estado de Guanajuato. Se enfatiza la importancia que tienen los pensamientos y las acciones de los ciudadanos en la consolidación de los procesos democráticos; al tiempo que se reconoce que en México vivimos en una sociedad compleja con altos niveles de desconfianza y sentimientos de incertidumbre sobre el futuro. Se utilizó una muestra intencional de 245 sujetos. Se aplicó la técnica de Redes Semánticas Naturales como instrumento de obtención de información, junto con elementos del Modelo de Esquema Cognitivo de Base. Los resultados permiten identificar los siguientes aspectos: el thema ser-deber ser como “macro-organizador”; un campo de representación estructurado a partir de cuatro dimensiones: valores y contravalores, contenido crítico, actores e instrumentos, y la presencia central de las palabras definidoras igualdad, corrupción, libertad y política, en todos los grupos investigados.

 

Palabras clave: Representaciones sociales, democracia, estudiantes, educación superior.

Significado da democracia em estudantes universitários: Um estudo a partir da teoria das representações sociais

 

Resumo

Nós tentamos compreender e comparar as representações sociais da democracia em três universidades interculturais de graduação e da Cidade de León, em Guanajuato. Assumimos a importância de pensamentos e ações dos cidadãos na consolidação dos processos democráticos, embora reconhecendo que, no México, nós vivemos em uma sociedade complexa, com elevados níveis de desconfiança e sentimentos de incerteza sobre o futuro. Usamos uma amostra intencional de 245 indivíduos. Como instrumento para a obtenção de informações aplicar a técnica de Naturais Semantic Networks, com elementos de Modelo Cognitive Esquema de Base. Os resultados permitem identificar o seguinte: o thema ser-deve ser como “macro-organizador”, um campo de representação estruturado a partir de quatro dimensões: valores e contra valores, conteúdos críticos, atores e instrumentos, bem como a presença central das palavras igualdade, corrupção, liberdade e política em todos os grupos investigados.

 

Palavras-chave: Representações sociais, democracia, estudantes, ensino superior.

 

 

 

Meaning of democracy in university students: A study from the theory of social representations

 

Abstract

This study aims to investigate and compare the social representations of democracy in undergraduate students from three Intercultural Universities of the City of León in Guanajuato State. It stresses the importance of the thoughts and actions of citizens in the consolidation of democratic processes; whilst it is noted that in Mexico, a complex society is lived with high levels of distrust and uncertainty regarding the future. A 245 subject purposive sample was used. As an instrument for obtaining information, the technique of Natural Semantic Networks, along with elements of the Baseline Cognitive Schema Model was applied. Results allow to identify the following aspects: the thema be-must be such as ”micro-organizer”; a structured representation field based on four dimensions: values and counter values, critical contents, actors and instruments, and the main presence of the defining words for equality, corruption, freedom and politics, in all groups investigated.

 

Keywords: Social representations, democracy, students, higher education.

 

 

 

Introducción

En este artículo analizo la democracia como objeto de representación social. De manera particular, se investigaron las representaciones sociales de la democracia en estudiantes de licenciatura de tres universidades Interculturales[2] y de la Ciudad de León, en el Estado de Guanajuato de la república mexicana.

El interés surge del reconocimiento de la importancia de los pensamientos y de las acciones de los ciudadanos en la solidez y estabilidad de los procesos democráticos (Durand Ponte, 2004). La transformación de una sociedad autoritaria, como ha sido la mexicana, en una más democrática no es sólo un asunto de mecanismos normativos institucionales y legales, es también una problemática de significados y formas de relación entre las personas.

En México vivimos en una sociedad compleja, con problemas económicos y sociales básicos exacerbados (Legorreta, 2008), una transición política que ha sido calificada como vulnerada, estancada o inconclusa (Aziz, 2009), y una profunda crisis de seguridad vinculada al crimen organizado (Meyer, 2013), todo lo cual ha generado altos niveles de desconfianza hacia las instituciones nacionales y sentimientos de incertidumbre con respecto al futuro en una población cada vez más diferenciada y demandante.

Por otra parte, en América Latina el tema de la democracia está en la mesa de discusión de manera permanente y referida a diferentes ámbitos de la vida social. En las décadas de los sesenta y setenta un número importante de los países latinoamericanos fueron marcados por la presencia de dictaduras militares; actualmente observamos sociedades en las cuales se pretende construir un futuro orientado por valores democráticos y así  enfrentar las profundas desigualdades sociales en las que viven los sectores mayoritarios de sus poblaciones (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], 2010).

El vínculo democracia-educación es una temática central, tanto desde la óptica formativa como desde la de la investigación, que presenta un alto grado de complejidad en la medida que incorpora problemáticas diversas que expresan dimensiones, procesos y contextos múltiples.

La relación entre educación y democracia se ha analizado de manera sistemática y continua a través de encuestas internacionales. Es el caso de los estudios realizados por la Corporación Latinobarómetro y publicados en sus diversos informes (Latinobarómetro, 2009, 2010, 2011, 2013). De éstos, llaman la atención particularmente los cuestionamientos sobre el significado que tienen para los latinoamericanos la noción de democracia, en la medida en que las poblaciones de los países estudiados resultaban más o menos demócratas dependiendo de lo que se preguntaba y la forma en que se hacía. Igualmente, es interesante observar una relación positiva entre educación y democracia, lo que quiere decir que a mayor educación en la población mayor apoyo a la democracia.

La información presentada abre un abanico de interrogantes; de manera especial, en nuestro caso, las vinculadas al campo de las representaciones sociales: ¿qué significa la democracia en la vida cotidiana para el público latinoamericano?, ¿qué relación tiene ello con el conocimiento asumido como experto personificado, en este caso, por los investigadores, asesores y directivos de Latinobarómetro?, y ¿qué se expresa tanto en los cuestionarios producidos como en el análisis que realizan de la información obtenida? Dicho de otra manera, resulta de gran interés estudiar la relación que existe entre la democracia del público y la democracia de los expertos. La tensión entre estas dos perspectivas la constatamos cuando los analistas de Latinobarómetro señalan que los latinoamericanos son incongruentes (Latinobarómetro, 2009) dado que -según su propia postura frente a la democracia- el público latinoamericano es demócrata para unas cosas y no para otras[3].

A partir de este complejo de problemas, interesa estudiar las representaciones sociales de la democracia, es decir, estudiar la democracia como representación social. El propósito es conocer la forma en que la democracia está presente en el pensamiento de sentido común de individuos con un alto nivel educativo, particularmente en estudiantes de educación superior, quienes no son especialistas ni políticos profesionales. Nos ubicamos conceptualmente en la teoría de las representaciones sociales formulada por Moscovici a partir de su obra inicial El psicoanálisis, su imagen y su público, de 1961, en la cual analiza la manera en que ciertos sectores de la población parisina se representan al psicoanálisis en tanto fenómeno sociocultural (Ibáñez, 2001).

El trabajo que se presenta forma parte de un proyecto colectivo que un grupo de académicos hemos realizado y que se titula La ciudadanía en actores de la educación. A lo largo de su desarrollo se ha indagado un conjunto de expresiones de la ciudadanía en diversos grupos de estudiantes universitarios: de universidades púbicas ubicadas en el área metropolitana de la Ciudad de México, de escuelas normales, de universidades interculturales, y de universidades públicas y particulares de la región del Bajío.

Con base en lo anterior, y como parte sustancial de la línea de investigación, el propósito específico de este trabajo es conocer y comparar las representaciones sociales de la democracia en estudiantes de licenciatura de tres Universidades Interculturales y de la Ciudad de León en el Estado de Guanajuato. Es evidente que no se pretenden resolver todas las preguntas planteadas, sino avanzar en la indagación de aspectos clave de esta compleja problemática.

El presente artículo se estructura de la siguiente manera: en el primer apartado se retoman aspectos centrales de la teoría de las representaciones sociales, con base en las aportaciones de Moscovici (1961/1979), Moscovici y Vignaux (1994/2004), Jodelet (1989) y Marková (2001). En esta oportunidad centramos nuestra atención en los planteamientos de Moscovici y Vignaux alrededor del concepto themata.

A continuación se presenta un segundo punto titulado Campo de representación de la democracia, formulado a manera de hipótesis de trabajo —a partir de las orientaciones planteadas por Moscovici y de seguidores como Singéry— del análisis de la información obtenida de diversos grupos de estudiantes en indagaciones previas y de las tradiciones de las ciencias sociales en el campo de estudio de la democracia.

El tercer apartado corresponde al método, en el cual se precisan las características de la muestra y de los instrumentos de obtención de la información, y del procedimiento de aplicación. En seguida se señala cómo se analizaron los datos obtenidos. Finalmente, se presentan los resultados de la investigación y su discusión.

 

Teoría de las representaciones sociales

Para Abric (2001), la representación funciona como un “sistema de interpretación de la realidad que rige las relaciones de los individuos con su entorno físico y social, ya que determinan sus comportamientos y prácticas”, es una “guía para la acción”, que determina un conjunto de anticipaciones y expectativas. De esta manera, las Representaciones Sociales (RS) pueden entenderse como un proceso práctico, cognitivo, social y generador de identidades; como una “visión funcional del mundo” que permite al individuo o al grupo “conferir sentido a sus conductas”, entender la realidad mediante su “propio sistema de representaciones”, y adoptar y definir de este modo un lugar para sí (pp. 13-30).

Una de las formulaciones que expresa más claramente el campo complejo de las representaciones sociales, a partir de los planteamientos teóricos de Moscovici, es la definición elaborada por Jodelet (1989), quien señala que éstas son “una forma de conocimiento elaborada socialmente y compartida, con un objetivo práctico que participa en la construcción de la realidad común a un conjunto social” (p. 36). Esta noción integra diferentes elementos centrales de la teoría de las RS, destacándose el énfasis puesto por el propio Moscovici, en su obra fundante, respecto de la función específica de las RS, esto es: contribuir en el proceso de construcción social de la realidad, a través de la formación de las conductas y de la orientación de las comunicaciones sociales.

Para el estudio de la democracia como representación social resulta de particular importancia el concepto themata[4]. Este término fue originalmente utilizado por Holton (1998) para caracterizar las preconcepciones en el campo de la ciencia que por lo general implican diadas, como por ejemplo: atomicidad-continuo, simplicidad-complejidad o análisis-síntesis. Posteriormente fue retomado por Moscovici y Vignaux (1994/2004) en el marco de la teoría de las representaciones sociales, y ha sido analizado e incorporado por Marková (2001) en diversas investigaciones, en particular cuando compara en 1997 las representaciones de la democracia en Escocia y Eslovaquia (libertad-opresión, justicia-injusticia), y en las cuales identifica la forma en que este objeto representacional es tematizado en cada país. La noción de themata es definida como una serie de concepciones antinómicas primitivas culturalmente compartidas, son imágenes-conceptos de larga duración, pre-categorizaciones que manifiestan no solo el arraigo socio-cultural del pensamiento social, sino también un punto de partida básico para la generación de las representaciones sociales.

 

Moscovici y Vignaux: El concepto themata

Con el propósito de estudiar el complejo fenómeno de las representaciones sociales Moscovici y Vignaux (1994/2004) proponen el concepto themata. Esta formulación parte de una actualización de su perspectiva teórica, asumiendo esta noción a manera de hipótesis de trabajo, como una forma de dar cuenta de las características estructurales u organizativas de las representaciones, al tiempo de poder articular de manera congruente expresiones culturales de larga duración en la memoria colectiva con las formas particulares con que aparecen en el pensamiento los objetos socialmente relevantes.

Un punto de partida para estos autores consiste en considerar que es posible percibir las RS en la medida en que circulan a través del discurso, por tanto, no son solamente un fenómeno de cognición sino también de comunicación. Son hechos complejos enmarcados necesariamente en un pensamiento preexistente, condensan así un “trabajo social” permanente. Representar significa “traer presentes las cosas ausentes”. Son fenómenos sociocognitivos, a través de los cuales se presentan cosas que permiten tanto satisfacer las condiciones de una coherencia argumentativa (cognición), como favorecer la integridad normativa de un grupo (social).

Para acceder a las representaciones sociales, se requiere examinar atentamente “los paquetes de discursos” e identificar en ellos lo que se repite, las regularidades, en cuanto “reducción semántica”, así como lo que lo motiva o fundamenta. A partir de lo anterior es que resulta necesario visualizar, según Moscovici y Vignaux (1994/2004), “aquellas ideas que de algún modo poseen en determinado momento un status de axiomas o principios organizativos” (p. 2).

Las RS siempre tienen un origen inacabado, los sujetos actúan a través de sus representaciones de la realidad y constantemente las están reformulando. Por lo tanto, estamos de acuerdo con estos autores en la necesidad de “analizar las RS de las RS” (p. 3).

Otro tema central corresponde a las funciones de las representaciones sociales, que se identifican como cognoscitivas y sociales. Las funciones cognoscitivas se refieren a que tienen el papel de anclar significados en un mundo de conceptos previamente establecidos, estabilizando o desestabilizando situaciones evocadas. Por su parte, las funciones sociales están orientadas a crear y mantener identidades y equilibrios colectivos. Ambas funciones se expresan a través de juicios y razonamientos compartidos. A partir de una visión integral de sus funciones es posible entender que “la cognición organiza lo social” y que lo simbólico modula constantemente “nuestras aventuras humanas”.

Respecto de las posibilidades de orden teórico y metodológico del concepto themata, Moscovici y Vignaux (1994/2004) consideran a las RS como formaciones particulares que se organizan a modo de sistemas de prescripciones, prejuicios, etcétera, que participan siempre de la “visión global que una sociedad establece para sí misma”, y es en este sentido que la noción themata busca esclarecer la relación entre “visiones generales y representaciones particulares”, busca funcionar como puente entre un nivel macro sociológico y uno micro sociológico (p. 6).

El tema (thema) surge en este marco como núcleo, como centro del campo de conciencia que se estructura como un horizonte básico para la mente. La estructuración temática conlleva un trabajo de objetivación, esto es, la transformación del objeto en objeto para sí. Aquellos aspectos que son el centro de nuestro campo de conciencia. De modo que ocupa un estatus de “realidad socialmente relevante” (Moscovici & Vignaux ,1994/2004: 8).

Para profundizar en el análisis de la relación entre themata y RS es necesario señalar que vivimos en un mundo de significados que nos precede como sistemas culturales a los cuales estamos anclados; por tanto, con base en Moscovici y Vignaux, “todos nuestros discursos, creencias, y representaciones, provienen de muchos otros discursos y muchas otras representaciones, elaboradas antes de nosotros y derivadas de ellas” (p. 21). Moscovici y Vignaux caracterizan a los themata como “preconcepciones”, “concepciones primarias”, “ideas fuente” o “nociones primitivas” profundamente ancladas en la memoria colectiva.

Finalmente, los autores proponen un planteamiento metodológico clave. Dado que nos encontramos en una constante interacción entre “ideas fuente” estables y una constante reformulación de la categorización de lo social, para el análisis de las representaciones sociales se requiere transitar en términos de “una trayectoria icónica y lingüística” en una doble dirección: ascendiendo a la búsqueda de una “idea fuente” y, al mismo tiempo, en una dirección descendente buscando la manera en que aparecen las categorizaciones sociales bajo la forma de “campos semánticos y esquemas” (p. 26).

 

Campo de representación de la democracia

Desde la perspectiva de la teoría de las representaciones sociales la noción de campo de representación es clave, ya que permite pensar el contenido de las representaciones como un todo estructurado, como un conjunto organizado de cogniciones que tienen una dinámica interna que trasciende las características de sus componentes individuales. Moscovici propuso, en El psicoanálisis, su imagen y su público (1961/1979), estudiar las RS de manera compleja a partir de dimensiones y procesos. El campo de representación, la actitud y la información corresponden a las dimensiones y a la objetivación, y el anclaje a los procesos. Señaló de manera específica que el campo de representación “nos remite a la idea de imagen, modelo social, contenido concreto y limitado de las proposiciones que se refieren a un aspecto preciso del objeto de representación” (p. 46). Para este autor, la noción de campo de representación implica que hay una imagen, allí donde hay una unidad jerarquizada de elementos cognoscitivos.

A partir de lo señalado, debe quedar claro que las RS no deben visualizarse como un conjunto amorfo de elementos aislados. Las RS no son una lista de cogniciones u opiniones sueltas, por tanto se requiere identificar un principio organizativo, una estructura que le dé significado. Éste se genera a partir de los elementos del sistema, pero se concreta considerando sus relaciones, apareciendo bajo la forma de “teorías de sentido común” que los individuos tienen respecto del objeto representacional.

Los individuos organizan el campo de representación a partir de las ideas preexistentes que circulan en la colectividad, así como de los sistemas sociocognitivos de los grupos a los que pertenecen y a sus experiencias particulares. Para su comprensión se requiere implementar un trabajo de decodificación y recodificación de los “paquetes de discurso” de los sujetos investigados.

Cuando Moscovici (1961/1979) investiga en la población parisina la imagen que ésta tiene del psicoanálisis observa que puede delimitar su campo de representación reconociendo la imagen del analista, la del analizado, la acción del psicoanalista y las prácticas con las cuales está relacionado (p. 47). Esta codificación del discurso pone en juego el conocimiento social de la época acerca del psicoanálisis, así como las regularidades y argumentaciones de los grupos estudiados.

Otro ejemplo de codificación del campo de representación se encuentra en Síngéry (2001), en su trabajo Representaciones sociales y proyecto de cambio tecnológico en empresa, en el que, a partir de un esfuerzo de interpretación, identifica diversas dimensiones o zonas de existencia del objeto representacional: la tarea, el usuario, los procedimientos de trabajo, las condiciones de trabajo y el contexto relacional. Estas dimensiones expresan la forma en las que los sujetos seleccionan y categorizan el contenido del objeto estudiado, así como resumen el conjunto de cogniciones y evaluaciones que los individuos asocian al referente de la dimensión (p. 162).

En el caso de la democracia como objeto representacional, una forma de aproximarse a la noción de campo de representación consiste en preguntarse ¿de qué hablan los estudiantes cuando hablan de democracia? Esta formulación tiene implicaciones tanto de orden cognoscitivo como comunicacional. De orden cognoscitivo en cuanto a que los sujetos investigados dan por hecho la existencia de referentes, que pueden ser de tipo ideal valorativo (el deber ser de la democracia) o asumidos como reales (cómo se percibe el tema de la democracia en la vida cotidiana). El orden comunicacional está presente en el lenguaje como código común intersubjetivo que permite a los sujetos vincularse a partir de éste y generar identidades grupales.

A partir de los primeros resultados de nuestra investigación sobre las representaciones sociales de la democracia en estudiantes universitarios (González-Aguilar, 2013), identificamos que la información presente en su discurso podía organizarse a partir de cuatro dimensiones o zonas de existencia: valores y contravalores, actores, instrumentos y contenido crítico de la democracia, conformándose un modelo comprensivo del campo de representación de la democracia. Estas categorías no estaban planteadas inicialmente en su conjunto como una hipótesis integrada; aparecieron en el proceso de análisis de las respuestas de los estudiantes. Cabe señalar que al procesar la información obtenida en las respuestas de los estudiantes, empezamos a identificar conceptos clave presentes en la revisión de la literatura especializada del campo de conocimiento sobre la democracia; particularmente en autores tales como Bilbeny (1999), Sartori (2009) y Bobbio (2010).

Método

Como ya se indicó, el propósito de la investigación es conocer y comparar las representaciones sociales de la democracia que construyen estudiantes de educación superior de tres universidades interculturales y de la Ciudad de León Guanajuato.

Para realizar la investigación colectiva se obtuvo una muestra no probabilística de tipo intencional de 431 sujetos, de los cuales 40.13% son del sexo masculino y 59.86% del femenino. En el caso de esta investigación sobre la democracia, se seleccionó una submuestra intencional conformada por 245 sujetos que corresponde al 56.84% del total, conformada como se señala en la Tabla 1.

 

Tabla 1. Muestra de estudiantes de educación superior que respondieron al tema de democracia

 

Número de participantes

Universidades

44

Universidad Intercultural I

60

Universidad Intercultural II

60

Universidad intercultural III

81

León Guanajuato
        Total: 245

 

Con respecto a los instrumentos de obtención de datos, se utilizó una técnica de asociación de palabras que integra elementos de las Redes Semánticas Naturales (Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes Lagunes, 1993) con algunos elementos del Cuestionario de Asociación del Modelo de Esquema Cognitivo de Base (SCB) (Rouquette & Rateau, 1998). De esta manera, se pidió a los participantes que ante el estímulo democracia evocaran tres palabras a las que les remitía dicho término[5]. Éstas deberían ser vocablos sueltos como sustantivos, adjetivos o verbos. Una vez terminada esta tarea debían jerarquizar cada una de las palabras anotadas de acuerdo al orden de importancia que tuvieran para ellos. Asignando el número uno a la más importante, el dos a la siguiente, etcétera. El orden en que aparecían escritas y el orden de importancia no tenían necesariamente que ser el mismo.

Una vez concluida esta etapa de asociación verbal y evaluación, se pidió a los encuestados (de acuerdo con el modelo SCB) que argumentaran cada una de sus respuestas. Esto es, que pasaran de un prediscurso a un discurso propiamente dicho. Según Rouquette y Rateau (1998), la asociación de palabras es un prediscurso que permite actualizar esquemas para la representación. Sin embargo, hasta ese momento el sujeto no tiene una idea clara de los conectores que determinan su respuesta. La posterior argumentación es una oportunidad para esclarecerlo.

Los instrumentos de obtención de información se aplicaron de manera individual en las aulas de los alumnos, los cuales fueron ubicados en sus salones de clase.

Esta investigación es exploratoria, por ello no se pretende generalizar los resultados obtenidos a la población objetivo, en la medida en que se realizó un muestreo de tipo intencional; por otro lado, dada la complejidad que representa cada uno de los temas abordados, los resultados deben ser considerados como preliminares y orientados a generar hipótesis de trabajo, que permitan acercarnos de manera heurística a los fenómenos que nos interesa conocer.

Se analizó la información con base en tres orientaciones metodológicas: los planteamientos de Síngéry (2001) acerca del significado global o razonamiento mínimo; la propuesta de redes semánticas naturales (Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes Lagunes, 1993; Valdez Medina, 1998), así como la técnica de análisis de contenido desde la perspectiva de Bardin (1996).

Para el análisis de las redes semánticas naturales, se utilizaron de manera particular los conceptos de núcleo de la red y Peso Semántico (PS). Para esta investigación, el núcleo de la red corresponde a las 15 primeras palabras con los pesos semánticos más altos, los que se obtienen a partir de la frecuencia con que aparece la palabra definidora, el lugar en que ésta es ubicada por los sujetos en orden de importancia y la ponderación que el investigador adjudica a los lugares en que aparece calificada la palabra (Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes Lagunes, 1993).

 

Resultados

Sistema representacional de los estudiantes

En este apartado se señalan las características de las representaciones del conjunto total de los estudiantes encuestados, con el propósito de obtener una visión global de los mismos, posteriormente se realiza un análisis más específico comparando los grupos y las posibles correspondencias con la visión global. En este proceso se incorpora la información obtenida a través de las redes semánticas naturales, así como por la argumentación especificada en sus respuestas.

En conjunto, se encontró que en el núcleo de la red general la palabra con mayor peso semántico corresponde a igualdad, le siguen en orden decreciente política, corrupción, libertad, voto, derecho, pueblo, respeto/respetar, elegir/elección gobierno, poder, justicia, participación, partidos y sociedad (Véase Tabla 2).

 

Tabla 2. Núcleo de la red general

 

Núm.

Palabras definidoras

Peso Semántico

 1

Igualdad

134

 2

Política

111

 3

Corrupción

77

 4

Libertad

68

 5

Voto

53

 6

Derecho

52

 7

Pueblo

47

 8

Respeto/respetar

46

 9

Elegir/elección

32

10

Gobierno

32

11

Poder

30

12

Justicia

30

13

Participación

27

14

Partidos

22

15

Sociedad

22

    Total: 783

 

Utilizando como herramienta analítica el modelo comprensivo del campo de representación de la democracia señalado anteriormente, se observa que la dimensión correspondiente a valores y contravalores integra 51.97% del total del peso semántico del núcleo de la red, lo que incluye el mayor número de palabras de éste e incorpora de manera destacada la primera palabra definidora (igualdad). En segundo lugar aparece contenido crítico con 18.00% del PS del núcleo; en tercer lugar, actores de la democracia, con 15.20% y, finalmente, instrumentos de la democracia con 14.30% (Véase Figura 1).

 

Figura 1. Campo de representación general de democracia

 

A partir de las palabras definidoras incorporadas en el núcleo de la red —y de su organización inicial como campo de representación, expresado a partir de sus diferentes dimensiones o zonas de existencia—, podemos concluir a manera de hipótesis de trabajo, y con base en la orientación de Síngéry (2001), que el significado global o razonamiento mínimo de la democracia presente en el conjunto de los estudiantes encuestados es el siguiente: La democracia es identificada por los valores de igualdad, libertad, respeto y justicia; los cuales son un derecho para todos; sin embargo, no se realizan por la presencia de la política, la corrupción y el poder. Tiene como actores al pueblo, al gobierno, a los partidos y a la sociedad; y los medios para ejercerla son: el voto, las elecciones y la participación.

Con el significado global o razonamiento mínimo se pretende captar los elementos claves y las ideas fuente de la representación, que cumple la función de herramienta analítica a la manera del “tipo ideal weberiano”; de manera específica, permite contrastar sus premisas generales con las formas específicas que una representación puede tomar en un grupo particular.

Este significado global sugiere la presencia de un macro-organizar en la representación social de la democracia: el thema de ser-deber ser, a partir del cual se focalizan y estructuran todos los componentes del campo de representación. De manera central, se identifica a la democracia a partir de sus valores, sin embargo, éstos entran en tensión con voces que cuestionan la realidad cotidiana. El resto de las dimensiones del campo, si bien aparecen en algunos momentos con connotaciones descriptivas, toman rápidamente contacto con los valores activando el polo del deber ser y una realidad que finalmente es deficitaria.

 

Análisis comparativos entre los diferentes grupos

En este momento cabe preguntarse por la manera como las palabras definidoras, en particular, y el razonamiento mínimo como estructura significativa global, se presentan en los diferentes grupos estudiados. ¿Qué se encuentra cuando se comparan los resultados en este nivel específico?

Al respecto, se observa que las primeras cuatro palabras del núcleo de la red general (igualdad, política, corrupción y libertad) son compartidas por todos los grupos encuestados, estas palabras se presentan como indispensables para pensar y referirse a la democracia. Las tres primeras (igualdad, corrupción y libertad) forman parte de la zona de valores y contravalores, y la cuarta corresponde a la zona de contenido crítico (política). En este primer grupo de palabras no están presentes ni los actores ni los instrumentos de la democracia.

A continuación se encontró un conjunto de palabras que son compartidas por tres de los cuatro grupos estudiados. Aquí aparecen las palabras que integran las dimensiones correspondientes a actores (pueblo, gobierno, partidos y sociedad) y a instrumentos (voto, elecciones y participación), así como a la dimensión de valores y contravalores con menores pesos semánticos (respeto y derecho). Incluye también una palabra definidora que integra la zona de contenido crítico con menor peso semántico (poder).

Finalmente se identifica una palabra que solamente aparece en dos grupos (sociedad) y otra que lo hace en uno solo (justicia) (Véanse Tablas 3 y 4).

 

Tabla 3. Núcleos de las redes semánticas de estudiantes de educación superior

 

Universidad

Intercultural I

Universidad Intercultural II

Universidad Intercultural III

 

León Guanajuato

Núm. Palabras definidoras PS Palabras

definidorasPSPalabras

definidorasPSPalabras

definidorasPS  1Igualdad18Política33Igualdad40Igualdad54  2Política16Pueblo24Corrupción34Política31  3Libertad12Voto23Política31Justicia30  4Pueblo12Igualdad22Libertad27Gobierno18  5Partidos10Corrupción21Derecho20Libertad18  6Sociedad10Respetar13Voto20Respeto15  7Elección  9Decisión13Respeto18Corrupción14  8Participación  9Sociedad12Partidos12Derecho14  9Corrupción  8Poder12Equidad10Elección1410Valores  8Derecho12Elegir  9Poder1311Gobierno  7Libertad11Autonomía  6Participación1212Autoridad  6Equidad11Decisión  6Pueblo1113Expresión  6Valores  7Participación  6Voto1014Libre  5Gobierno  7Diálogos  5Mentira  815Mentira  5Partidos  5Expresión  5Unión  816No existe  5  No existe  5  17Poder  5

 

 

 

 

Tabla 4. Palabras del núcleo de la red general que son compartidas por los grupos de las diferentes universidades

 

Palabas

definidoras

Universidad Intercultural I

Universidad Intercultural II

Universidad Intercultural III

León Guanajuato

Igualdad

X

X

X

X

Política

X

X

X

X

Libertad

X

X

X

X

Corrupción

X

X

X

X

Voto

X

X

X

Respeto/respetar

X

X

X

Derecho

X

X

X

Pueblo

X

X

X

Gobierno

X

X

X

Poder

X

X

X

Elección/elegir

X

X

X

Participación

X

X

X

Partidos

X

X

X

Sociedad

X

X

Justicia

X

 

El análisis inter-grupos permite clarificar el papel central de los valores de igualdad y libertad. Estos no solamente son los valores democráticos que obtuvieron el peso semántico más alto de la red general, sino que son los únicos valores presentes en el núcleo de la red de todos los grupos. Por su parte, aun cuando respeto y justicia son importantes a nivel macro para pensar en la democracia, no son totalmente necesarias para todos los grupos particulares.

Por otro lado, resulta significativa la presencia de los términos política y corrupción en este primer grupo de palabras dominantes. En nuestro modelo de la representación de la democracia se consideró el concepto corrupción como un contravalor, en la medida en que de manera ampliamente consensuada sintetiza las múltiples formas en que se expresa el incumplimiento del deber ser, y objetiva la violación sistemática de los valores democráticos a través de diversas expresiones de abuso del poder.

El concepto política presenta características distintas; a diferencia de la noción de corrupción, que socialmente no tiene connotaciones ni neutras ni positivas, el concepto de política puede ser visto desde diferentes horizontes, ya sea con connotaciones valorativas negativas o, sobre todo, de tipo descriptivo formal.

 

El discurso de la democracia: Libertad e igualdad vs corrupción y política

En las palabras utilizadas en el discurso de los individuos está presente el complejo fenómeno de la polifasia cognitiva (Wagner, Hayes & Flores Palacios, 2011), que expresa la gran diversidad y riqueza de significados que un concepto puede tener en el discurso cotidiano; coexistiendo de manera complementaria o contradictoria, en forma explícita o implícita.

Según lo señalado, a partir de la explicación que los estudiantes dieron a la selección de palabras con las que asociaron al concepto democracia, se profundiza en la comprensión de sus representaciones, en este caso, tomando en consideración las cuatro definidoras que tuvieron el mayor peso semántico de la red general y que fueron compartidas por los cuatro grupos.

En el espacio más característico de la representación se ubica un campo de tensión entre sus componentes a partir del thema ser-deber ser, mismo que funciona como macro-organizador. Los valores de la democracia predominantes (igualdad y libertad) aparecen visualizados desde el polo del deber ser, confrontados con voces que cuestionan su realidad y que se objetivan en los conceptos de política y corrupción.

A continuación, se  identifican de manera particular el significado y las relaciones de estos componentes centrales del sistema representacional.

 

La democracia como igualdad

En algunos casos la formulación que hacen los entrevistados de la democracia como ideal es explícita y directa, se la identifica con la igualdad porque según sus respuestas “deben ser iguales hombres y mujeres” (I.1.6)[6]; “debemos ser tomados en cuenta, donde no haya discriminación para ninguna persona” (I.2.4); “la igualdad debe existir para todas las personas sin importar su edad, sexo, raza, etcétera” (I.2.9). En otros casos, este valor se asume como norma implícita aspiracional: “Ser democrático es ser iguales a los demás y no discriminarlos” (I.1.8); “todos somos iguales sin importar género, color, edad, etcétera” (I.1.10). Para algunos, la norma aspiracional se fundamenta en el derecho o en la ley: “Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos y obligaciones” (I.1.12); “todos tienen el derecho de ser respetados de manera democrática” (I.2.11); “toda persona debemos ser iguales ante la ley” (I.2.5); “la constitución dice que hombres y mujeres somos iguales” (I.1.11).

Finalmente, en las respuestas de los estudiantes al hablar de democracia como igualdad, se encuentra que está presente, explícitamente, la tensión ser-deber ser, lo cual es expresado de la siguiente manera: “Es importante pero en México toda persona humilla a quien mejor le parezca y es muy notorio. En este país no hay democracia” (I.3.12).

Se puede observar que a partir del ideal de igualdad “todos somos iguales”, aparecen dos temas: Por un lado, la igualdad como un valor preponderante por encima de las diferencias sociales, ya sea entre hombres y mujeres, color de piel, idiomas, edades, clases sociales y razas; y, por otro, este valor se llena de contenido para responder a la pregunta ¿igualdad para qué?, misma que se responde en el sentido de que se aspira a la igualdad para tener los mismos derechos, obligaciones y servicios, así como para elegir y para que sean respetadas las diferentes formas de opinar y de pensar.

 

La democracia como libertad

Como se ha comentado, el segundo valor más importante de la representación de la democracia es la libertad. Como en el caso de la igualdad, aquí se encuentra en el discurso de los estudiantes que la libertad está presente como un ideal explícito, a manera de ejemplo tenemos los siguientes señalamientos: “Como ciudadanos debemos tener libertad, que nadie nos venga a persuadir por sus mentiras” (L.2.5); “para llegar a la democracia se debe ser libre” (L.1.1).

La norma implícita aspiracional está también presente en la fundamentación de sus respuestas: “Gracias a la democracia tenemos libertad y con ella podemos elegir libremente y tomar decisiones” (L.3.1); “todas las personas tenemos la libertad de hacer y planear lo que queremos” (L.3.2); finalmente, encontramos en las respuestas la siguiente expresión: “Somos libres para elegir y decidir nuestras vidas” (L.1.7).

Como en el caso anterior, el término libertad se llena de contenido ante la pregunta ¿libertad para qué?, esta pregunta se responde en términos de “libertad para”: Elegir, tomar decisiones, planear, votar, expresarse, trabajar y comunicarse.

 

El caso de la política

La palabra política es la segunda más importante de la red general, por su peso semántico está muy cercana a igualdad pues aparece en todos los grupos encuestados. Fundamentalmente es una cognición con una fuerte y constante valoración negativa. Si bien en algún momento está asociada al ámbito de la toma de decisiones vinculadas a la esfera pública, es asimilada constantemente al comportamiento cuestionable de quienes la practican, en este caso los políticos. Para expresar el primer aspecto se encuentran frases tales como: “La democracia se asocia a la política pues es el medio para elegir a los gobernantes” (P.2.7); “influye y es para elegir un partido político” (P.3.19).

Cuando se identifica a la política como “lo que hacen los políticos”, se manifiestan voces en tensión que cuestionan las prácticas: “Es una forma para lograr la mayoría de votos, pero pienso que en realidad no existe la democracia, aquí no se respeta” (P.2.22); “en la actualidad la democracia se rige por un par de personas tratando de buscar un poder y no beneficio de la gente” (P.3.18); “es bien entendido que la democracia no es una prioridad en México, en realidad los que mueven son los que están en el poder y en la política, no conocen la democracia.” (P.2.19).

 

La corrupción como antivalor

La cuarta y última palabra definidora que comparten todos los grupos es corrupción, en la red general ocupa el tercer lugar. A través de ella se genera una “reducción semántica” que sintetiza las voces que explícitamente valoran de manera negativa la democracia realmente existente, siempre en tensión con los valores democráticos que son desnaturalizados por los agentes corruptores. La corrupción predomina, se muestra día a día, invade todo. Al fundamentar la relación existente entre democracia y corrupción algunos estudiantes señalan: “La clase política lucra con los votos de las personas” (C.1.2); “los votos no cuentan” (C.1.4); “toman decisiones que no favorecen” (C.1.2); los políticos “no hacen nada por la sociedad sólo buscan el bien para ellos” (C.3.5); en la democracia “siempre ha existido la corrupción de los partidos políticos”; todos son corruptos no cumplen, mienten, roban al pueblo “todos quieren ser presidentes para robar, no para apoyar” (C.1.9).

 

Discusión

Como puede observarse, la democracia del sentido común tiene múltiples caras. Para buscar responder a la pregunta ¿de qué hablan los estudiantes cuando hablan de democracia?, se requiere identificar la interacción de diferentes niveles de análisis. El abordaje global permitió tener una visión de conjunto de los elementos y de la estructura general de la representación sobre la democracia de los estudiantes de la muestra. Por su parte, el análisis comparativo entre los grupos de estudiantes de las diferentes regiones facilitó identificar los elementos centrales de la propia representación. Lo imprescindible y lo prescindible de la representación en los grupos específicos.

Cuando los estudiantes hablan de democracia están presentes consistentemente en su discurso cuatro dimensiones: valores y contravalores, actores, instrumentos y contenido crítico de la democracia. Sin embargo, cada una de ellas no tiene el mismo peso, ya que predomina en un campo de tensión el tema valoral. En este nivel aparece el thema ser-deber ser como como un macro-organizador que incorpora y le da sentido a las dimensiones del campo de representación y a sus componentes específicos. La democracia se identifica fundamentalmente por valores que no orientan el comportamiento de quienes ejercen algún tipo de poder y por normas aspiracionales que no se respetan. De manera más específica, encontramos el concepto de igualdad como la palabra individual más importante por su peso semántico en un contexto social profundamente desigual y a la palabra corrupción como contravalor que sintetiza los significados del déficit democrático.

La dimensión “contenido crítico” es particularmente compleja. La hemos identificado con las palabras política y poder. Vistas desde la ciencia política, implican que la democracia tiene que ver con el reconocimiento de lo público, del bien común y de la regulación, a través de las instituciones, de los diferentes intereses y del comportamiento entre las personas; sin embargo, aun cuando existen indicios de este significado en algunos estudiantes, el significado más característico de política tiene una connotación negativa: refiere que “la política es lo que hacen los políticos” en su beneficio. De la misma manera, cuando se habla de poder se identifica el ejercicio de un rol con capacidad de decisión sólo en beneficio personal, es el poder por el poder mismo, “sólo les interesa el poder” es la formulación más característica.

A partir del análisis comparativo entre los grupos se ratifica y profundiza la función central que tienen valores y contravalores, así como el contenido crítico de la democracia (igualdad y libertad contra política y corrupción). Al incorporar en nuestro análisis las argumentaciones que aparecen en el discurso de los estudiantes y que dan significado a cada una de las palabras asociadas, encontramos ramificaciones muy interesantes de acuerdo a las características propias de cada concepto. Estas ramificaciones no son lineales, siguen más bien un modelo de rizoma que nos permite observar los múltiples caminos y las particularidades de los conceptos. Estamos en presencia de una compleja interacción entre los aspectos macro y micro de las representaciones sociales.

La presente investigación llega hasta este punto, sin embargo, nuestros resultados  abren nuevas interrogantes. Queda pendiente profundizar en los procesos socio-cognoscitivos e históricos sociales que permitan explicar la formación del sistema representacional identificado, así como preguntar por las implicaciones prácticas que tiene esta imagen de la democracia para los estudiantes en su condición de ciudadanos, esto es, indagar su comportamiento individual y colectivo en el marco del espacio público.

Considerando que existen grandes diferencias sociales y culturales en nuestro país, se requiere investigar poblaciones que respondan a estas diversas realidades y que nos permitan saber si las características de la representación de la democracia identificadas hasta este momento como ideas fuente, estructuras socio-cognoscitivas y temas centrales son sólo propias de la población estudiada o tienen un sentido cultural más general. Por el momento, es claro que para los estudiantes que hemos investigado las voces de mando de la Revolución Francesa: Liberté, égalité, fraternité (libertad, igualdad y fraternidad) aunque cuestionadas, siguen sonando fuerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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[1] Mexicano. Candidato a Doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de tiempo completo en la Carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM. México, D. F. Correo electrónico: fergonar@unam.mx

[2] Los estudiantes encuestados corresponden a los estados de Quintana Roo, Estado de México y Tabasco; con el fin de mantener la confidencialidad de cada institución, en el cuerpo del trabajo no se identifica la información correspondiente a cada Universidad.

[3] Este trabajo está orientado a conocer cómo se visualiza a la democracia desde la perspectiva del pensamiento de sentido común. Por su parte, desde la perspectiva de los politólogos existen diversas posturas, ya sea que se ubiquen más hacia lo prescriptivo o más hacia lo descriptivo. Un análisis particularmente sistemático en este campo lo tenemos en el trabajo de Emmerich, et al. Titulado Informe sobre la democracia en México 2009.

[4] Themata (griego) corresponde a un sustantivo neutro plural; thema es un sustantivo neutro singular. Tema (del griego thema.) es definido como una proposición o texto que se toma por asunto o materia de discusión. Tematizar quiere decir convertir algo en tema central de discurso, texto, discusión, obra de arte, etcétera (Real Academia Española, 2001).

[5] Si bien en la técnica original (Figueroa, González & Solís, 1981), se plantea que se evoquen al menos cinco palabras, en nuestra experiencia hemos encontrado que tres palabras son suficientes para obtener un número destacado de definidoras que den cuenta del contenido del objeto estudiado, evitando la presencia de muchas palabras poco significativas que solo tienen el propósito de cumplir con la tarea encomendada. Por otro lado, cabe recordar que en la medida en que se pide a los participantes que argumenten por escrito sus asociaciones, argumentar cinco palabras o más resulta tedioso para quien contesta, lo cual va en detrimento de la calidad de las respuestas.

[6] En los siguientes apartados se incluyen textualmente las frases que los estudiantes aportan para argumentar sus respuestas de asociación. Aparecen entre paréntesis la clave de identificación de cada una de ellas. En primer término la letra inicial a la palabra definidora, seguida del lugar que ocupa en la valoración y, finalmente, el orden progresivo de la respuesta.